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Reinventando la evaluación de la formación en la era digital
La integración de nuevos empleados y proveedores de servicios, las certificaciones, la gestión de habilidades y los programas de capacitación son ahora desafíos importantes para la mayoría de las organizaciones. Ofrecer sistemas de formación ya no es suficiente: la formación debe ser realmente eficaz y esta eficacia debe poder medirse.
Por lo tanto, es esencial evaluar objetivamente la calidad de cada curso para saber si ha logrado sus objetivos educativos y si realmente ha aportado valor a los alumnos y a la organización.
Mejora continua mediante la evaluación
El objetivo principal de la evaluación de la formación es mejorar la calidad general de los cursos impartidos. Esto implica evaluar todos los aspectos de un curso de formación: la preparación, la logística, la accesibilidad, la accesibilidad, las actividades ofrecidas, el compromiso de los alumnos, la calidad de los formadores, la memorización de los logros y el impacto concreto sobre el terreno.
La evaluación proporciona a las organizaciones indicadores claros, tangibles y multidimensionales para identificar lo que debe mejorarse o corregirse.
Un enfoque de mejora continua se basa en indicadores precisos y cuantitativos para monitorear y medir el impacto de cada acción, combinados con varias herramientas que se utilizarán de acuerdo con el nivel de precisión buscado.
No hay evaluación eficaz sin automatización
Tradicionalmente, la formación se realizaba en persona, en una sala de reuniones con un formador. Pero las cosas han cambiado: el mundo ha sufrido la crisis de la Covid y los bloqueos, las plataformas de aprendizaje digital (LMS) han evolucionado y las empresas ahora se centran mucho más en la formación en línea, que es más fácil de organizar, más escalable y más económica.
La evaluación de la formación también ha evolucionado. Antes se basaba en cuestionarios en papel que se distribuían a los participantes al final del curso, que se rellenaban rápidamente y se entregaban al formador. Estas respuestas tenían que manejarse manualmente, con el riesgo de que se extraviaran o simplemente se dejaran de lado.
Ahora, las soluciones digitales permiten automatizar la evaluación y analizar la eficacia de cada formación con mayor profundidad, independientemente de su formato: presencial, híbrido o 100% digital.
La automatización posibilita la evaluación en diferentes momentos: los cuestionarios se pueden enviar a los alumnos justo después de la sesión («evaluación en caliente») y luego de nuevo, por ejemplo, un mes después («evaluación en frío»), para medir el impacto a lo largo del tiempo. ¿Las habilidades y los conceptos transmitidos se siguen conociendo y utilizando después de un cierto período de tiempo, o la formación ha perdido su valor?
¿Por qué limitar la evaluación solo a los participantes? Los comentarios de los gerentes y colegas también son valiosos, y la automatización es la única forma confiable y rentable de recopilar esta información a gran escala.
Obtenga comentarios relevantes a través de encuestas
Con las herramientas modernas, las encuestas deben ser digitales: deben completarse en línea, incluso para un curso impartido en persona. El formador puede enviar un enlace por correo electrónico o simplemente pedir a los participantes que escaneen un código QR. Las encuestas digitales son más fáciles de crear y los resultados están centralizados y automatizados.
Las encuestas siguen siendo una forma esencial de recopilar los comentarios de los alumnos. Permiten identificar las áreas de mejora de un curso. Por lo general, se componen principalmente de preguntas cerradas y siempre deben incluir una pregunta. NPS para hacer un seguimiento de la satisfacción general con un indicador único y claro.
También es importante incluir una pregunta abierta para que los alumnos puedan compartir libremente sus comentarios y sugerencias.
Aunque el análisis de las respuestas abiertas puede llevar mucho tiempo, la IA ahora permite automatizar parte de este trabajo: analiza las respuestas y resalta los puntos clave que deben señalarse al gerente de capacitación, lo que limita el tiempo de procesamiento manual.
Experquiz ha desarrollado e integrado específicamente esta innovadora función para facilitar el uso de preguntas abiertas en los formularios de las encuestas.
Una evaluación objetiva de las habilidades
La evaluación de la formación va mucho más allá de las encuestas de satisfacción. Si bien son útiles para recopilar impresiones y medir la satisfacción, no miden objetivamente lo que los alumnos han aprendido realmente.
La evaluación objetiva de las competencias se basa en cuestionarios o pruebas que no se centran en la formación en sí, sino en los conocimientos y habilidades que la formación debe transmitir. Realizadas en condiciones controladas, estas pruebas responden a una pregunta clave: ¿La formación realmente permitió aprender? ? ¿Los alumnos pueden replicar estas habilidades?
Para ser eficaz, la evaluación de competencias debe incluir una prueba antes y después de la formación. Es la única forma fiable de medir lo que realmente se ha conseguido.
Estas evaluaciones también deben realizarse en línea, excepto en ciertos casos prácticos que requieren una demostración concreta. Las soluciones modernas de aprendizaje y evaluación, como Experquiz, ahora permiten medir tanto las habilidades técnicas como las conductuales, al tiempo que brindan a los formadores herramientas para crear cuestionarios fácilmente.
La evaluación objetiva de las habilidades permite:
- Adaptar el curso si la mayoría de los alumnos no alcanzan el nivel esperado, teniendo en cuenta también los comentarios de las encuestas.
- Utilizar el microaprendizaje para estimular la adquisición de conocimientos si los alumnos parecen olvidar con el tiempo. El microaprendizaje es fácil de configurar siempre que tenga una base de preguntas suficiente.
- Utilizar el aprendizaje adaptativo para abordar las brechas individuales cuando solo ciertos estudiantes necesitan apoyo adicional, a fin de ayudarlos a progresar a largo plazo.
Combinar microaprendizaje y el aprendizaje adaptativo puede ser extremadamente eficaz y colocar al alumno en el centro del proceso de formación. La plataforma Experquiz se diseñó con este espíritu en mente. El diseño y la corrección de las evaluaciones se facilitan gracias a la inteligencia artificial integrada directamente en la plataforma. La combinación del microaprendizaje y el aprendizaje adaptativo es una característica nativa de Experquiz y, por lo tanto, se puede aprovechar fácilmente. Gracias a sus funcionalidades avanzadas, la plataforma también permite a los formadores o diseñadores educativos más experimentados definir un conjunto completo de parámetros y consecuencias para automatizar todos los procesos de acuerdo con criterios específicos a fin de lograr realmente los objetivos educativos de acuerdo con las necesidades personales de cada alumno.
La evaluación puede adoptar varias formas y reflejar el nivel de ambición de la organización en términos de mejora continua y calidad de la formación. Invertir en una evaluación sólida significa invertir en un mejor aprendizaje, mejores resultados y una mayor competitividad. Para ello, es necesario confiar en soluciones digitales modernas. Con las herramientas adecuadas y el método correcto, cualquier organización puede hacer que su capacitación sea realmente efectiva... y medible.